Ovejas invaden el campo de fútbol de Tegueste

El presidente de la Asociación de Ganaderos de la Villa de Tegueste (Aguavite), José Luis Lorenzo, le resta importancia y señala que se trata «de una pequeña anécdota del día a día».

El presidente de la Asociación de Ganaderos de la Villa de Tegueste (Aguavite), José Luis Lorenzo, asume la responsabilidad por la irrupción de parte de su cabaña ovina en el campo de fútbol municipal. Explica que el acceso de los animales se produce porque «la agacharon un poco para tocar el ganado y se quedó baja», lo que facilitó que «se volaron algunas y otras ovejas» y acabaran «saludando» el césped del recinto. «Es una pequeña anécdota del día a día», resume. 

Lorenzo precisa que en el momento de la incursión no había partido en juego: «Estaban entrenando ellos y ya después se fueron. Y fue cuando ellas entraron algunas a saludar al campo». Subraya que el incidente se desencadena tras manipular el vallado perimetral, que quedó «bajo» y permitió el paso de varios animales desde las fincas cercanas. 

Sin daños por pasto en un césped sintético

El responsable de Aguavite resta dramatismo y recuerda que las ovejas no acudieron a alimentarse del terreno: «No podían comer la hierba», apunta, porque el terreno de juego «es sintético». En cualquier caso, asegura que el rebaño se recupera «sin pérdidas» tras el episodio. 

Un rebaño de 360 y un manejo organizado

Aguavite gestiona una cabaña de referencia en el municipio: «Son 360», indica Lorenzo. Dentro del grupo diferencian ejemplares guía —«las líderes»—, que «son las que tienen su nombre», mientras que «las demás todavía no tienen» identificación individualizada, un manejo habitual en explotaciones extensivas que trabajan en bloque y por rutas establecidas. 

El presidente explica que el rebaño se emplea «para hacer limpieza de parcelas y barrancos y todo lo que se pueda ir limpiando», una labor preventiva que reduce combustible vegetal y riesgos de incendio. Detalla que la asociación realiza esa tarea «de forma gratuita» y que, por ahora, «del Cabildo de momento no tenemos ninguna» ayuda económica. Sí han recibido apoyo del Ayuntamiento en material para el manejo del ganado: «vallas» y «unos pastores eléctricos». 

Para evitar nuevas entradas fortuitas, Aguavite utiliza cercados con impulsor: «El pastor eléctrico es una valla que tiene una tensión de 12 voltios y cuando la oveja llega allí, se genera un pequeño corriente, entonces ya no se acercan». Ese sistema disuasorio, unido a una correcta altura del vallado, minimiza escapes y protege tanto a los animales como a las instalaciones colindantes. 

Llamada a la corresponsabilidad

Lorenzo enmarca lo sucedido como un episodio puntual que se resuelve «sin daños» y que sirve para recordar la importancia de no manipular los vallados en espacios compartidos entre uso agrícola y deportivo. Reitera que la asociación continuará con su labor de limpieza preventiva —en coordinación con las administraciones locales— y confía en que la mejora del cerramiento del perímetro evite nuevas incidencias.